El subsidio en Calarcá: el problema

El municipio de Calarcá, cuyo territorio es de los más extensos en el departamento del Quindío, está conformado por una cantidad exagerada de barrios, la mayoría de los cuales condensan a las familias más vulnerables y caóticas, hogares con estratos invisibles e ingresos inexistentes.

Si bien es cierto que vivir con carencias económicas es complicado, también es cierto que se cuenta con una variedad de beneficios por parte del Gobierno a modo de estrategia para equilibrar un poco la balanza de la pobreza. Existen varios sentidos en los que la Alcaldía -apoyada por la Gobernación- ha intentado combatir la inopia, siendo la más fuerte de todas el programa “Familias en Acción”, un programa que brinda apoyo económico mensual dependiendo de las necesidades y carencias del núcleo familiar; contando con sumas de 60, 80, o hasta 150 mil pesos; abasteciendo también a los hogares con alimentos tales como la bien conocida “Bienestarina”, alimento que ha probado ser más nutritivo que la mayoría de la canasta básica.

Cabe resaltar el acompañamiento a las familias realizado por gestores sociales. Andrea Yomara Ocampo, quien trabajó 3 años como promotora social de la alcaldía (hace ya algunos años) y posteriormente como cogestora social del programa “Unidos” (el cual acabaría con las elecciones presidenciales del pasado año) explica la labor de estas entidades para con el pueblo:

“En general lo que yo hacía en ambos puestos era básicamente lo mismo: iba a hogares en pobreza extrema para tomar sus datos, identificar los problemas (si hay discapacidades, solo ancianos, madres o padres cabeza de hogar, etc.); les dábamos asesorías sobre sus beneficios; les damos cátedra de ética, educación sexual, en fin. Mi trabajo era asegurarme no solo de que recibieran los APOYOS, sino también impulsar a los jóvenes a estudiar y a los adultos a trabajar dignamente, fuera de toda ilegalidad.”

Trabajo que a la final resultaba titánico, pues aquí es en donde se halla el meollo del asunto y la razón por la cual la palabra “APOYOS” está en mayúsculas, pues a la vez Andrea testifica lo siguiente:

“La gran mayoría de beneficiarios veía el tema de la educación como una herramienta para ganar más subsidio y ya, hasta ahí, porque efectivamente si tus hijos están estudiando te dan más beneficios. Pero esto es solo en el caso en el que estudien, porque muchas veces uno llegaba a un nuevo hogar y le decían a uno cosas como -¡Ay no!, yo a mi hijo no lo obligo a ir al colegio, si a él no le gusta yo no me voy a poner a pelear ¡Que pereza!-”

Y es que es innegable que los apoyos económicos son una ayuda indispensable para muchas familias, pero a la vez constituyen el motivo de la pobreza misma, siendo que la mayoría de las familias se terminan adaptando a las carencias y resuelven vivir con lo que les da el gobierno. Como ejemplo de dicha problemática tenemos, tal y como lo asegura Andrea Ocampo, jóvenes que  se abstienen de estudiar o trabajar; también encontramos padres que se dedican a tener cada vez más hijos para cobrar más subsidio; personas que se registran sin tener una verdadera necesidad, y muchos otros problemas que generan en gran cantidad de personas la siguiente pregunta: ¿son los subsidios los culpables de que tantas familias se acostumbren a la pobreza? Se le hizo esta misma pregunta a Andrea Ocampo a lo cual respondió: 

“Yo personalmente creo que sí, pero no en el sentido en el que todos creen. Quiero decir, este problema tiene que ver más con la cultura, para nadie es un secreto que en nuestra sociedad preferimos lo fácil, lo regalado, y estas familias cumplen con ese estereotipo. Ellos se cierran ya sea en pereza o miedo y se adaptan. yo diría que el problema no es el subsidio, sino el cómo ellos ven el subsidio.” 

En este sentido y como ya todos saben, la pobreza trae consigo problemáticas como la delincuencia, la drogadicción, o incluso la explotación infantil. Aun cuando el objetivo de programas como “Familias en Acción” era atacar la pobreza, resultó agrabandola todavía más. Pero esto no implica que sea el verdadero culpable, o por lo menos no directamente. 

Este es un tema del que se puede hablar dando diferentes puntos de vista, soluciones y más, y que con cada nuevo testimonio o análisis se descubre un nuevo componente del mismo.  Es por ello que se indagará para ofrecer una vista más precisa, clara y contundente.  

Daniel Alejandro Páez Ocampo