El origen de los poetas

‘El mito de las aguas mágicas’

Calarcá, zona representativa de la cultura, el arte, la poesía y cuna de grandes representantes de este género literario en Colombia. Es conocida también como la Villa del Cacique, en honor al líder de la tribu de indio Pijaos, Badir, que significa dios de la luna llena.

Los mejores poetas han salido de allí, pero no por nacimiento, sino por adopción, lo hacen de una forma poco común y que pocos saben.

Badir no solo es el líder de la tribu, sino también el dueño de un gran secreto y poder que solo logra en las noches de luna llena, y en las frías aguas de la cascada San Rafael, su más valioso tesoro.

Todos los años, hombres y mujeres lo buscan en las zonas más recónditas del bosque Peñas Blancas, y lo hacen con un solo propósito: conocer el secreto poeta. ¿Pero de qué se trata el misterio?, pocos lo saben, y pocos tienen acceso a él, solo lo hacen los elegidos por él.

Su elección es minuciosa, solo elige a un hombre y una mujer. Así que Badir mira en lo más profundo de sus almas, descubre sus miedos, sus gustos y talentos. A cada uno lo pone a prueba, debe demostrar que no le teme a nada y que es capaz de entregar su vida por amor. Si lo logra, pasará al ritual especial, la etapa final para obtener su más grande deseo, el de convertirse en poeta.

El ritual es sencillo: la segunda noche de luna llena, Badir los lleva a las frías, claras y caudalosas aguas de los chorros San Rafael, ubicados a 7 kilómetros de la galería principal de Calarcá. Al llegar, prepara a sus elegidos, sus implementos e inicia el rito. Las aguas poseen la sabiduría, la magia y la vida eterna; quien se baña en ellas logra una perfecta transformación. Estas se adquieren con la ayuda de una esencia muy especial, que solo el dios de la luna llena conoce. La lluvia de oro o liga de la prosperidad. Su preparación es muy peculiar, se hace con agua de esta cascada, sal marina, y componentes extraídos de la sacha inchi, un fruto que sólo se encuentra en las espesas selvas del amazonas.

Al tener todo los ingredientes listos, Badir, los pone en un recipiente de cristal a la luz de su luna, y con la entonación del cantico Salmas, del dios del amor, Navlag Manol se lo da de beber a sus elegidos.

Navlag Manol- dios del amor.

Samals (almas)

Si miras con los ojos veras lo que tienes cerca,

Si miras con el alma llegaras a ver más allá del horizonte,

Podrás ver la cuna donde duerme el sol, la luna y las estrellas, esa línea infinita donde el cielo y el agua se unen, el vuelo perdido del ave que busca sus sueños,

El último punto del universo… Y lo más importante podrás ver lo que guarda en el alma quien tengas delante.

El siguiente paso es lanzarse desde lo más alto de los chorros, a una altura de cincuenta metros, semidesnudos, y a la luz de la luna. Al caer, se bañan con sal marina y entonan una estrofa más, una muy especial.

Luna tu que resplandeces al anochecer, fluye en mi vida como si fuera el amanecer, para dar a otros como debe ser, la sabiduría y el poder que me ha otorgado este bello amanecer.

Luego de salir de las heladas aguas, sienten el poder, han logrado una perfecta transformación, bajan al pueblo, deambulan por las calles y llegan hasta la esquina de los poetas, sitio representativo del arte y la cultura. Allí en una de sus paredes plasman sus nombres, y sus sentimientos.

Sara R. Jiménez Moreno