La muerte de Superman
- Reportero Clúster Ideas
- 20 mar 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 21 mar 2020
Existe un superhéroe dentro de todos nosotros, solo necesitamos el coraje para poner la capa en la espalda.
Superman (Acción, cómics)
Hace muchos años por las calles de Hollywood, Boulevard, podíamos encontrarnos con nuestros superhéroes favoritos, como si esas calles fuesen el salón de la justicia. Por ejemplo; podíamos toparnos con Christopher Dennis, un hombre que día tras día se metía en su traje de Superman para tomarse fotos con todos los turistas, a cambio de unos cuantos dólares.
Sin embargo, aunque su papel fuese el de un hombre de acero, su realidad era una larga lucha. Pero no con ningún villano de los que conocemos como Lex Luthor o el destructivo Doomsday; sino con la pobreza, la indigencia y muchos más problemas. No obstante, siempre llevaba a Superman como bandera. La misma que simbolizaba la esperanza, los valores de la humanidad y la tenacidad que se tiene ante las dificultades. Así fue como Christopher, lució hasta sus últimos instantes su más valiosa posesión: el traje de Superman. El mismo que se convirtió en su medio de supervivencia y el que llevó con orgullo, respeto y sobre todo mucho amor.
El 3 de noviembre del 2019 a las afueras de la ciudad fue encontrado sin vida el cuerpo del superhéroe, en un contenedor de ropa vieja por la policía de San Fernando ¡Superman ha muerto! Murió un personaje como con Christopher Reeve, George Reeves, Bud Collyer o Kirk Alyn. Como también lo hará algún día Henry Cavill, Brandon Routh, Tom Welling y Matt Bomer.
Pese a esto, ningún héroe será recordado como el hombre que se tomaba fotos junto al teatro chino para complacer a algún amante de Superman o quizás sí, tal vez será olvidado y reemplazado por un nuevo imitador que se paseará por las calles de Hollywood. A pesar de todo puedo estar seguro que este hombre fue un digno hombre de acero, no por su increíble parecido con Christopher Reeve - al cual conoció en algún momento de su vida - sino porque nunca se rindió. Sin importar sus problemas jamás vendió su traje y fue la personificación de un héroe en un tiempo donde solo nos gustan los villanos.
De modo que lo poco que se conoció de la vida de Christopher Lloyd Dennis, recuerda más a la amarga balada de Arthur Fleck, el payaso profesional sin oportunidades, sin opciones, el juguete roto de Joaquin Phoenix en Joker; que a la vertiginosa sucesión de sacrificios luminosos de Clark Kent. Tal como en los personajes de los cómics, Dennis escogió ser un héroe sin importar lo que costara o el esfuerzo que demandara. Como bien dicen, él se plantaba a diario a los pies del Grauman's Chinese Theatre en el 6925 de Hollywood Boulevard, en Los Angeles, California. Se quedaba horas allí, sin que nadie le reconociera más allá de los actores callejeros que se meten en la piel de Hulk, Wonder Woman o Joker, entonces les saludaba con ligeros movimientos de cabeza, sin salirse de su personaje.
Este hombre murió sin que ningún alma acompañara sus últimos momentos: totalmente solo, sin algún techo que le abrigara, escaso de ayuda, pero con su traje de licra brillante, el cual representaba su más grande pasión. Él, siempre supo que no era Superman, sin embargo nunca le importó porque era feliz.
Aquí, solo hay un pequeño homenaje al hombre que le dio sentido a su vida con uno de los personajes que todos soñamos ser en la infancia. Ese hijo de criptón que siempre defendía la humanidad y que encontró su lugar en la vida. Un personaje emblemático, en aquello se convirtió Christopher Dennis después de que los clientes de un restaurante donde trabajaba, mientras hacían castings para series de televisión, le hicieran notar su parecido con el icónico personaje de Reeve.
Aquí dejo escrito mis respetos por este hombre que sin conocer más que su historia me inspiró a luchar por mis sueños. Basta decir que sin importar los golpes de la vida siempre podemos ser un superhéroe, que se pone nuevamente de pie para seguir luchando.
SUPERMAN HA MUERTO, PAZ EN SU TUMBA.
Miguel Duque
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